miércoles, 12 de noviembre de 2008

UN NEGRITO FIEL



La honestidad es cuestión de principios, de educación y, sobre todo, de humildad. En México solemos aplicar frases famosas y muy socorridas como “chinga al prójimo que detrás te vienen chingando”, “el que no tranza no avanza”, “ entre otras más que no vienen a mi mente en este momento, para poder alcanzar nuestras metas a corto o largo plazo.

Y esto lo aplican a la perfección políticos y empresarios voraces, que no les importa pasar sobre cualquier persona, que no les interesa lo que puedan o a quienes puedan afectar con sus acciones.

De la falta de honestidad nace la corrupción y de esta, pues, los problemas que todos conocemos.

Quiero tomar como ejemplo el hecho de que un inmigrante nigeriano, radicado en Sevilla, España, devolvió una cartera que encontró en la calle a su dueño. En retribución por este acto de “honestidad”, recibió 3 mil dólares. Si ¡Tres mil dólares!

Pero, aquí les comparto la nota completa que El Universal publicó cuya información retoma de un portal de noticias español.

Como un gesto de agradecimiento por su honestidad, un nigeriano que radica en Sevilla, España, recibió más de 3 mil dólares por devolver a su dueño una cartera que encontró en la calle.

Alrededor de 30 madrileños han enviado a Amby Okonkwo dicha cantidad, similar a la que se encontraba en la billetera que encontró en un semáforo de la ciudad que frecuenta a diario, según publica el sitio Abcdesevilla.es.

Tanto Amby como su compañero de semáforo, Kingsley Kene Odigbo, explicaron que se enteraron de esta acción la semana pasada cuando recibieron el dinero "a través de un intermediario", ya que el empresario que emprendió la iniciativa prefiere mantener el anonimato.

Ambos nigerianos, vendedores de pañuelos en una glorieta de Sevilla, dijeron sentirse muy felices cuando recibieron la cantidad de dinero, aunque no han podido conocer a sus benefactores para agradecerles personalmente.

Amby, quien apenas habla español, aseguró que con ese dinero va a poder pagarle el colegio a su hijo de cinco años, nacido de su relación con una mujer de origen holandés en la ciudad de Venio.

Desde ese hecho, los nigerianos no dejan de saludar a los automovilistas que se detienen en el semáforo que usan de lugar de trabajo, quienes les agradecen el gesto que tuvieron. Incluso, una empresa se ha interesado por ellos para darles trabajo y regularizar su situación, aunque por el momento son fieles a su puesto de trabajo y aún se les puede ver en su semáforo con pañuelo en mano.


Un hecho insólito para nuestra moral popular. ¿No creen?

2 comentarios:

Arissa dijo...

si tan sólo aprenderíamos un poquito :D

RUY dijo...

Ah!! Bien! Ejemplos como esos me hacen seguir creyendo en la gente. SI LOS HAY HONESTOS!!

Si acaso le cambiaría el nombre a tu post, porque "Negrito Fiel" me remite invariable y lamentablemente a FIDEL HERRERA, fiel sólo a sus intereses. Ese no creo que hubiera devuelto ni la cartera vacía!!

Saludos